
TIC: El habilitador fundamental para las ciudades inteligentes
Las ciudades del mundo no dejan de crecer. Desde el siglo XIX, ha habido un flujo constante de personas desde las zonas rurales hacia los centros urbanos del mundo. Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, el porcentaje global de población urbana era de aproximadamente un 30% en 1950 y superó el 50% en algún momento de 2008. Se estima que para 2050, el 64% del mundo en desarrollo y el 86% del mundo desarrollado estará urbanizado.
Distribución histórica y prevista de la población mundial urbana y rural. Fuente: Wikipedia
Esto ejerce una enorme presión sobre la estructura de las ciudades. La infraestructura urbana —incluyendo servicios públicos, transporte, servicios ambientales y vivienda— suele estar sobrecargada y mal mantenida. Los servicios sociales, la atención sanitaria y la educación se vuelven difíciles de sostener. Estas son preocupaciones reales que afectan a todas las ciudades. Ya no se puede abordar estos problemas utilizando la metodología tradicional de simplemente invertir más dinero o crear un nuevo departamento municipal para afrontar el desafío. Es necesario adoptar un nuevo método de gestión urbana más inteligente.
En los últimos años ha surgido un concepto muy importante, pero a menudo subestimado, para ayudar a paliar estos y otros problemas relacionados: La Ciudad Inteligente.
¿Qué es una ciudad inteligente?
Una ciudad inteligente se basa en una visión de desarrollo urbano que enfatiza la gestión inteligente de los recursos de la ciudad con el propósito de resolver los desafíos urbanos. Esta gestión inteligente casi siempre incluye la participación de todos los actores involucrados en la ciudad, y no solo del propio municipio. Un requisito fundamental de esta visión es la participación activa y el compromiso del actor más importante de todos: el ciudadano.
La Región Metropolitana del Delta del Río de las Perlas de China, compuesta por 9 metrópolis adyacentes que forman la mayor aglomeración de la Tierra, con más de 57 millones de habitantes. Fuente: Wikipedia
La participación y la recogida de datos son fundamentales
Hay varios elementos que son vitales para el éxito del modelo de ciudad inteligente. Entre ellos se encuentra la participación activa y significativa de los principales actores en la gobernanza de la ciudad, siendo el ciudadano individual el más importante. A medida que las áreas urbanas crecen cada vez más y que las interrelaciones entre los actores se vuelven más complejas, se vuelve exponencialmente más difícil mantener una interacción significativa entre las partes interesadas para la gestión colectiva de los recursos urbanos y los objetivos de la ciudad inteligente. Aun así, es necesario cultivar una cultura de participación entre los actores para que los principios de la ciudad inteligente tengan éxito. Un nivel de participación cercano al requerido para el funcionamiento efectivo de una ciudad inteligente solo puede lograrse mediante herramientas de comunicación en línea, como portales web, aplicaciones móviles y plataformas de redes sociales, entre otras.
Otro elemento importante de la ciudad inteligente es la recopilación de datos sobre el entorno urbano y sus servicios. Esto incluye estadísticas y métricas obtenidas de diversas fuentes, como los servicios cívicos, los actores involucrados en la ciudad, así como sensores electrónicos que cumplen con los estándares del Internet of Things (IoT). Estos datos recopilados son fundamentales para la toma de decisiones inteligentes y responsables por parte del gobierno local y los representantes de los actores de la ciudad.
Las TIC como base fundamental de la ciudad inteligente
Tanto la habilitación de la gobernanza participativa como la gestión e interpretación de grandes cantidades de datos recopilados requieren la existencia y el desarrollo de una infraestructura de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) amplia, sólida y escalable.
Las TIC en la ciudad inteligente se utilizan para mejorar la calidad, el rendimiento y la interactividad de los servicios urbanos, reducir costos y el consumo de recursos, y fortalecer el contacto entre los ciudadanos y los actores de la ciudad. Las aplicaciones de ciudad inteligente funcionan sobre la infraestructura TIC y están desarrolladas para gestionar los flujos urbanos y permitir respuestas en tiempo real que mejoren la calidad de vida.
Características de las infraestructuras TIC de las ciudades inteligentes
Las TIC son el sustento de una ciudad inteligente. Sin ellas, la idea de ciudad inteligente no puede existir. Por consiguiente, el diseño de la infraestructura de TIC para las ciudades inteligentes debe ser en sí mismo inteligente. Es importante añadir inteligencia a esta red y proporcionar escalabilidad, solidez y flexibilidad. Esto puede hacerse con varios conceptos de red de diseño, entre ellos:
Gestión de red automatizada y simplificada
Se trata de un concepto que permite una gestión unificada y centralizada de la red que ayuda a simplificar las redes, a menudo grandes y a veces difíciles de manejar, necesarias para dar soporte a las ciudades inteligentes. Las redes que se basan en este concepto satisfacen una de las necesidades más acuciantes de la infraestructura TIC de las ciudades inteligentes al permitir gestionar la red como una entidad única, reducir la complejidad y aumentar la eficiencia.
Aislamiento y corrección automáticos de las amenazas a la seguridad
Un modelo de gestión de seguridad de red que bloquea las amenazas en su origen, evitando al mismo tiempo la introducción de latencia y los cuellos de botella en la red que suelen generar los sistemas tradicionales de Intrusion Protection Systems (IPS). Este modelo debe incluir una solución flexible de Red Autodefensiva tanto para redes cableadas como inalámbricas, ofreciendo así una experiencia de usuario final más segura y mejorada.
Redes habilitadas para IoT
Dado que el IoT es una parte integral de la ciudad inteligente, el diseño de redes TIC que permita aplicaciones de IoT es esencial. Esto aplica especialmente a las redes wireless, que pueden reducir los costos de instalación mientras facilitan el despliegue de dispositivos IoT.
Robustez y escalabilidad
La redundancia es clave en cualquier red a gran escala, especialmente en aquellas de las que depende el funcionamiento fluido de toda una ciudad. La escalabilidad es igualmente importante, ya que los centros urbanos continúan creciendo y las aplicaciones de ciudad inteligente aumentan tanto en número como en demanda de volumen de tráfico.
El futuro de las ciudades inteligentes
Las soluciones tradicionales ya no son suficientes para afrontar los problemas urbanos actuales. Con el paso del tiempo, resulta cada vez más evidente que cualquier gran área urbana que no adopte al menos parte del concepto de ciudad inteligente enfrentará un futuro difícil. La importancia de aplicar los principios de una ciudad inteligente radica en que estos aportan valor a los servicios ofrecidos por todos los actores involucrados, aumentan la habitabilidad de la ciudad y, en última instancia, mejoran la calidad de vida de sus ciudadanos. Los resultados quizás no sean tan evidentes de forma inmediata —como, por ejemplo, la repavimentación de una avenida principal—, pero con el tiempo harán que una ciudad sea más atractiva tanto para los ciudadanos como para las empresas, y más competitiva a nivel global.
La idea de la ciudad inteligente ha llegado para quedarse y, en consecuencia, las infraestructuras de TIC e IoT de las ciudades inteligentes deben estar a la altura del reto de respaldar estos conceptos vitales para el futuro de nuestras ciudades.
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